Santo Domingo.- La violencia contra la mujer, mejor conocida como violencia de género, es un problema social que se da en diferentes escenarios como el familiar y el laboral, siendo el primero el más conocido ya que las estadísticas hablan por sí sola. Durante el período enero-julio 2021, 12,959 mujeres sufrieron algún tipo de violencia, y de enero-agosto 2021 se han registrado 196 feminicidios, cifras que ponen de manifiesto la necesidad de realizar campañas educativas para frenar esta latente y penosa realidad.
La licenciada Mirelis Otaño, quien es psicóloga clínica y terapeuta familiar, destaca aspectos de la violencia de género en la relación de pareja, clasificando ésta como física, psicológica y sexual. “La violencia física es la más conocida y tiene como evidencia los golpes y moretones, la violencia psicológica se caracteriza por las críticas constantes, insultos y descalificación, y la violencia sexual se caracteriza por el rechazo de la mujer, de tener relaciones sexuales”, asegura la especialista, quien considera que de estas clasificaciones, la violencia psicológica es la más traumática por el daño las secuelas emocionales que origina.
Licenciada Mirelis Otaño
En la violencia psicológica el agresor siempre busca un motivo para hacerle ver a la víctima que es la culpable de determinada situación, cuyo desenlace es la violencia física, “él no quería pegarme, yo tengo la culpa”, es una frase característica para justificar la conducta agresiva. Por otro lado el victimario también crea en la víctima el sentido de dependencia, “tu no puedes vivir sin mi”, replica. También se debe tomar en consideración que una baja autoestima, donde se siente poco valorada, es un factor condicionante y determinante para que la mujer permita el abuso en cualquiera de sus manifestaciones.
También es oportuno destacar que la violencia tiene un ciclo, el cual se vuelve repetitivo, y dentro del mismo se produce el insulto, la agresión y finalmente el arrepentimiento, “lo siento, no quería hacerlo”, es la frase característica del hombre después de perpetuar el abuso. Así asegura la licenciada Otaño. Es una situación que se presenta en todos los niveles sociales, clase alta, clase media y clase baja, siendo la clase media la más visible y donde los hijos son afectados. Ellos pueden repetir este patrón de conducta cuando alcanza la edad adulta.
Ante los primeros indicios de violencia, la licenciada Otaño recomienda que el posible agresor reciba terapia, “más que educar al hombre sobre esta situación, se debe trabajar su conducta para evitar el círculo de la violencia”, dice.
¿Porqué la víctima no denuncia la violencia?
A esta pregunta la licenciada Otaño responde que la víctima no hace la denuncia por temor, “la víctima se siente desprotegida y el agresor la condiciona para que no busque ayuda”, asegura. Por otro lado aflora el sentimiento de vergüenza, especialmente en la mujer profesional que guarda una imagen ante la sociedad. Pero es importante que las mujeres se empoderen y entiendan que no están solas, y lo más importante, que reconozcan su valor, para lo cual son necesarias las campañas de concientización. Estas son algunas de las consideraciones de la licenciada Otaño.
Soy abusada, ¿dónde acudo?
El Ministerio de la Mujer brinda ayuda a las mujeres víctimas de violencia y amenaza de muerte. Su objetivo es reducir los casos de violencia y feminicidio a través de atención telefónica. Los rescates se realizan con el Depto. de Prevención y Atención de Violencia, las Oficinas Provinciales de la Mujer (OPM) y Oficinas Municipales de la Mujer (OMM), en coordinación con los destacamentos policiales de las provincias y municipios. En el gran Santo Domingo se realizan en coordinación con el 911 de la Policía Nacional. Información del contacto 809-200-7212. Así consta en el portal web www.mujer.gob.do
Sobre el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer
Se celebra el 25 de noviembre por iniciativa del Movimiento Feminista Latinoamericano en 1981, encontrando apoyo de las Asamblea General de las Naciones Unidas. La conmemoración de este día tiene su origen en el asesinato de las Hermanas Mirabal ocurrido en el año 1960. Tiene como objetivo denunciar la violencia que se ejerce contra las mujeres en todo el mundo y reclamar políticas para su erradicación.
