Santo Domingo.- Pronto mis hijos se irán de casa, motivo por el cual escribo este artículo, como una manera de prepararme ante un hecho inminente pero necesario. La primera vez que escuché hablar sobre el síndrome del nido vacío no presté mucha atención, pues en ese momento para mí era un tema irrelevante, percepción que cambió y me llevó a investigar sobre esa sensación. Muchos padres sienten que han perdido el rumbo cuando los vástagos abren sus alas para emprender sus proyectos de vida, ya sea porque se van a estudiar fuera del país o porque formarán su propia familia.
Es así como entrevisté a dos psicólogas, Aisha Khan y Gricel Paulino, quienes coinciden en que el síndrome del nido vacío se conoce como un fenómeno psicológico que sucede cuando los padres experimentan sentimientos de tristeza, soledad, ansiedad o depresión, en el momento en que los hijos se van a vivir de forma independiente, y de alguna manera hay una ruptura del núcleo familiar, lo cual se asemeja al proceso de duelo. “No es un duelo por muerte pero igual representa las etapas que se viven durante este”, asegura Khan.
Es tarea de los padres dar un resignificado a sus vidas ya que queda esa pregunta en el aire de: “¿quién soy si ya no soy cuidador”?. En este sentido la psicóloga recomienda buscar apoyo emocional en amigos y familiares; ¿pero qué sucede cuándo hay síntomas que limitan la cotidianidad, como alteraciones del sueño, apatía, etc?. Si estos persisten por más de un mes entonces hay que acudir a un profesional de la salud mental.
De su lado, la licenciada Gricel Paulino asegura que algunos padres empiezan a somatizar enfermedades que antes no padecían, como una manera de mantener la atención de los hijos. “Esto sucede en padres con un apego emocional y que no se prepararon para este momento, donde hay una preocupación excesiva”, asegura.
La relación de pareja cuando los hijos se van
La licenciada Paulino destaca la importancia de que los padres aprovechen el síndrome del nido vacío para volver a reconectar como pareja y fortalecer la relación. Es así como la estructura familiar se reorganiza para volver a tener esa conexión que quizás de alguna manera se perdió por dar prioridad a su rol como cuidadores. Estar en contacto con amigos y retomar actividades que habían quedado rezagadas es importante, así como también mantener una red de apoyo con padres que estén pasando por el mismo proceso.
Pero cabe destacar que en algunas relaciones de pareja está el lado contrario de la moneda, y es cuando la relación está quebrantada y solo tienen la “atadura” de los hijos. Sobre este aspecto la licenciada Paulino asegura que pueden reaparecer algunos conflictos que por el rol de padres estaban subyugados y al quedar solos en casa pueden resurgir, donde tarde o temprano deben enfrentarse para tomar decisiones.
Recomendaciones
Es importante volver a conectar con la parte social, motivo por el cual tanto Aisha Khan como Gricel Paulino, coinciden en que es importante buscar nuevos intereses donde encuentren una respuesta de “¿quién soy además de ser mamá y papá?”. Viajar, realizar actividades físicas, participar en grupos caritativos, son algunas de las recomendaciones de estas profesionales de la conducta humana.
Finalmente, se debe resaltar la importancia de mantener una buena comunicación donde los padres generen en sus hijos la confianza de que pueden volar por sí solos.
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