Santo Domingo.- Pronto finalizará el 2022 y creo que es una excelente oportunidad para reflexionar sobre todas las cosas que hemos vivido durante este año y pasar balance. Para algunas personas puede ser que este año haya sido fructífero, donde vieron materializados sus metas y objetivos, pero quizás para otros no fue así, por lo que desde esta afirmación animo a todos a no abandonar sus sueños y seguir luchando por ellos en el 2023.
Escribo este artículo con la convicción de que tanto hombres como mujeres se sienten identificados conmigo y recordando que aún la pandemia del Covid-19 sigue entre nosotros; el mundo cambió y también muchos de nosotros cambiamos. Desde marzo del 2020 adopté otro modelo de comunicación ya que el encierro dio una mayor apertura a la virtualidad, donde el teletrabajo y las redes sociales tuvieron un mayor auge al ser utilizados como medio de interacción.
Aprendizaje
Al finalizar este año asimilo cada caída como un aprendizaje para no cometer los mismos errores y comprendí que es normal sentirnos frustrados ante ciertas situaciones, pero lo que no se vale es caernos y no levantarnos. Por otro lado, atravesé por algunas situaciones que quebrantaron mi salud física y emocional, y aún estoy en proceso de recuperación. Caí en cuenta en lo importante que es adoptar hábitos de vida saludable, donde una alimentación sana es indispensable, así como dormir bien. De igual manera pienso implementar una rutina de ejercicios (actividad física).
Soltar y dejar fluir
Hay personas que llegan a tu vida que por alguna razón que desconoces en un determinado momento deciden irse, entonces cuando acepté la idea de que no puedes retenerlas a tu lado sino es su deseo y por más duro que sea debes dejarlas ir, evitando de esta manera lo que es la dependencia emocional, que muchas veces ocasiona altos niveles de estrés y frustración. Sino es tu culpa que se hayan alejado debe quedarte la satisfacción de que siempre obraste bien haciendo lo correcto y que no hay nada malo en ti.
Más humana y menos soberbia
Cuando pasé por algunas situaciones de salud entendí muchas cosas, entre ellas el dolor ajeno y que soy bastante vulnerable. Visualicé en los pacientes del Oncológico un breve reflejo de mí y también experimenté de una forma muy especial el amor de mi familia, amigos y compañeros de trabajo que siempre estuvieron ahí para mí, aprendí a ser empática y sonreír aún en medio de la tristeza. En cuestión de segundos la vida te puede colocar en otra posición, mostrándote que tienes debilidades y es así como dejas la soberbia a un lado.
Metas para el 2023
Son muchas las metas que tengo para este 2023, entre ellas cuidar mi salud física y emocional, amándome cada día más y entendiendo que no soy perfecta pero sí muy especial, continuar creciendo en el plano laboral, aportando siempre esa milla que extra que marca la diferencia, reforzar el trabajo de mi blog personal, sanear mi economía fomentando el hábito del ahorro, tomar decisiones importantes que cambiarán el rumbo de mi vida y dejando el miedo a un lado.
Les deseo a todos un feliz y próspero año 2023